Por Mario A Olcese
Introducción
Tal vez una de las enseñanzas más populares de estos tiempos en relación a la escatología bíblica se refiere al llamado “rapto secreto” de la iglesia. Los promotores de esta novedosa doctrina son los llamados “evangélicos dispensacionalistas”. Estos enseñan que el Seño Jesucristo vendrá secretamente a esta tierra para raptar a los santos cristianos a fin de protegerlos de la espantosa gran tribulación mencionada en Mateo 24:21. En este sentido creen que se producirán “desapariciones misteriosas” de hombres y mujeres en la tierra, creando desconcierto y confusión entre los hombres. Añaden que el Señor Jesucristo volverá —por tercera vez— y visiblemente con sus santos que fueron “raptados” por él de la tierra unos años antes, y entonces ejecutará juicio sobre el mundo impío y rebelde y destruirá al anticristo y a todos sus seguidores (la ira divina).
Como cristianos fieles a
¿Rapto o Arrebatamiento?
El vocablo para la palabra ἁρπάζω
(har-pad'-zo) —‘arrebatados’— que
aparece en 1 Tesalonicenses 4:17 insinúa que la acción es rápida o enérgica. La traducción proporciona la
idea de un arrebato repentino, rápido, enérgico, pero no necesariamente
secreto. Los que dicen que har-pad'-zo denota un rapto secreto y una desaparición
misteriosa están torciendo el verdadero sentido de la palabra griega en
cuestión. Jesús nunca habló de una
venida secreta u oculta para el mundo inconverso. Es todo lo contrario como lo
veremos más adelante.
¿Cuándo
se originó la doctrina del “Rapto Secreto”?
La
idea del “rapto secreto” de los santos fue totalmente desconocida por la
iglesia cristiana antes del siglo XVI. José Ribera, el cardenal Bellarmine y
Alcázar, sacerdotes jesuitas del siglo XVI, fueron los primeros en promulgar
esta extraña doctrina, y aun ellos mismos no la comprendían. Pero no fue hasta
el año de 1830 que tomó el giro que tiene hoy (Cyclopedia of Biblical,
Theological, and Ecclesiastical Literature, McClintock y Strong-artículo:
Anticristo) (Heralds of the Dawn, John A Anderson, MD.)
En
segundo lugar, es falso que Cristo regrese por segunda vez en “dos fases” como
suponen los evangélicos dispensacionalistas. No encontramos en
En tercer lugar, Jesús dijo que antes de su venida o regreso, se
presentarían falsos cristos, guerras internacionales, hambres, pestilencias, y
terremotos por doquier. También habló de que
También Cristo advirtió a sus
discípulos de no caer en el engaño creyendo que su venida sería diferente de
cómo él la predijo. He aquí las palabras de Jesús que dicen: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, está
aquí en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, (y podríamos
añadir, ‘mirad, viene secretamente e invisiblemente’) no lo creías” (Mateo
24:26). ¡Nuestro Señor no vendrá privadamente o secretamente para algunos
privilegiados, sino que vendrá visiblemente
para todo ojo (Apo. 1:7).
En cuarto lugar, contrario de lo
que suponen los dispensacionalistas, Cristo vendrá con gran estruendo, “como el relámpago que sale del oriente y se
muestra hasta el occidente” (Mateo 24:27). Acá Jesús no dijo nada de una
tercera venida visible para todo el mundo impío.
En quinto lugar, Jesús dijo que,
en su único regreso, el cual evidentemente no será en secreto, las tribus de la
tierra se lamentarán al ver al Hijo del Hombre viniendo con poder y gloria
(Mateo 24:30).
En sexto lugar, el mundo entero
no sólo será testigo del retorno de cristo, sino que verá el arrebatamiento de
la iglesia a las nubes del cielo (Mateo 24:30,31). No hay ningún pasaje en
En séptimo lugar, Cristo Jesús
arrebatará a su iglesia después de
que haya ocurrido la gran tribulación y no antes,
como mal suponen los evangélicos dispensacionalistas. Dice nuestros Señor así: “E inmediatamente después de la
tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá…entonces aparecerá la señal
del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la
tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con
poder y gran gloria. Y enviará sus escogidos (los creyentes fieles) de los
cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” (Mateo 24:29-31).
¡Cuán claro es todo cuando leemos el contexto!
El octavo lugar, en cuanto a la
afirmación en relación a los santos que acompañan a nuestro Señor en su venida,
ciertamente no son los santos cristianos. La evidencia la encontramos en
En noveno lugar,
En décimo lugar, es cierto que
Dios protegió a Noé, a Lot, a Daniel y a sus amigos, a los cristianos en el
asedio romano en el 70 DC, etc. Sin embargo, ninguno de ellos fue retirado de
la tierra al cielo para ser salvaguardados de la tribulación. Ellos tuvieron
que pasar la prueba en la misma tierra, escapando a tiempo de los juicios de
Dios. No obstante, así como los primeros cristianos tuvieron que padecer los
más viles castigos y probar su fe hasta la muerte, del mismo modo los
cristianos del tiempo final tendrán que padecer por su fe a manos del
anticristo. Muchos podrán terminar hasta decapitados a causa de su fe
(Apocalipsis 20:4).
Las evidencias demuestran que el
mundo entero estará pasando por una gran tribulación que probará a los
creyentes de manera definitiva. Tener una falsa esperanza de seguridad para
escapar al cielo de los juicios divinos es peligroso. Algunos dejarían de
velar, de crecer espiritualmente, de leer las profecías, y de no temerle a Dios
y a su ira por una falsa seguridad de ser raptados al cielo antes del gobierno
tiránico del anticristo.
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